“Cuatro amigas deciden vivir juntas en una lujosa casona, heredada por una de ellas, de su anciana tía. La única condición de esta mujer al morir: que cuiden de su gato negro, de nombre Bécquer. A partir de esta decisión, el terror se desencadenará. Hay algo horripilante en esta casa y la voces misteriosas ocultas en el filo de la noche son sólo el inicio de esta pesadilla . Una película del genial guionista y director de las clásicas ‘Hasta el viento tiene miedo’, ‘El libro de piedra’ y ‘Veneno para las hadas’.”

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“A petición del acaudalado Eugenio Ruvalcaba, la institutriz Julia Septién es contratada para hacerse cargo de la educación de la pequeña Silvia, hija de Eugenio y de su difunta esposa. La niña se comporta de una manera extraña y afirma jugar con Hugo, la estatua de piedra de un niño leyendo un libro que adorna los jardines de la mansión. Lo que al principio parece un simple juego de la imaginación infantil se va transformando hasta convertirse en una macabra obsesión.”

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“La tranquilidad de un internado para señoritas se ve interrumpida por la aparición del fantasma de Andrea, una alumna que se suicidó cinco años atrás. De manera sutil, el fantasma va enrareciendo la atmósfera del lugar hasta que se posesiona del cuerpo de Claudia, una de las alumnas. La posesión tendrá el macabro objetivo de cobrar venganza en contra de Bernarda, la autoritaria directora del colegio.”

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THE NEW YORK RIPPER (a.k.a. LO SQUARTATORE DI NEW YORK) – 1982

Probablemente se trate de la más polémica película de Fulci, e igualmente es una de sus obras más logradas y conocidas. Perteneciente a la dorada época de los primeros años ochenta, cuando florecían los mejores trabajos del entonces inspirado cineasta visceral, el film no cosechó en los cines el éxito que una década más tarde comenzaría a tener entre el público underground, resultando un rotundo fracaso en taquilla y recibiendo destructivas críticas de la prensa contemporánea. Y es que “Lo Squartatore di New York”, retorno de Fulci al giallo y su mejor thriller despues de “Non si sevizia un paperino”, fué calificado de misógino por la brutalidad extrema con la que son torturadas y asesinadas las mujeres a lo largo del metraje. La propuesta está dotada de un ambiente tétrico sobrecogedor, se hace hincapié en la morbosa sexualidad de los personajes, y el mensaje que transmite es profundamente pesimista y sin esperanza.

La historia comienza en New York, cuando un hombre juega con su perro cerca del puerto lanzándole un palo para que se lo traiga de vuelta. El can busca entre unas ramas y retorna junto a su amo trayéndole entre los dientes algo que no es el palo que éste le había lanzado… se trata por el contrario de una mano humana, una femenina mano cercenada. La escena inicial da paso a los títulos de crédito. Tras éstos, la acción se traslada a unas dependencias policiales donde el teniente Williams investiga el macabro hallazgo. La víctima parece ser una prostituta desaparecida. El investigador, ávido de pistas, interroga a su casera, y ésta declara que la malograda descuartizada había recibido el día de su desaparición la llamada telefónica de un cliente que habló con la voz del Pato Donald.

Seguidamente, de nuevo en las inmediaciones del puerto, una hermosa chica en bicicleta roza involuntariamente el vehículo de un malhumorado individuo. La ciclista se disculpa pero el automovilista le recrimina con brusquedad su falta de atención, tras lo cual la joven se aleja enojada. La chica se embarca en un ferry, y allí vuelve casualmente a ver el coche del antipático personaje. Entra dentro y se dispone a escribir con su pintalabios un insulto en el parabrisas, cuando es sorprendida por alguien que se ha acercado sigilosamente a cámara subjetiva y que por tanto el espectador no ve. La muchacha piensa asustada que se trata de un policía, pero en realidad es algo peor… mucho peor. El misterioso extraño habla como el Pato Donald y sus intenciones son aviesas. Sin más preámbulos saca un cuchillo y masacra a la pobrecita destripándola con arrollador ímpetu salvaje.
El teniente Williams establece una conexión entre ambos asesinatos, defendiendo la hipótesis de que son obra del mismo criminal. Se dispone a notificar a los medios de comunicación de que un peligroso psicópata anda suelto, pero uno de sus superiores (interpretado por el propio Lucio Fulci en uno de sus habituales cameos), le recomienda no hacerlo, para evitar que entre los neoyorkinos se extienda el pánico.
Poco despues Williams recibe la llamada de un hombre con voz de pato que, retándole, le advierte de que habrá más asesinatos. El policía acude a pedir consejo a un profesor universitario experto en psiquiatría, explicándole los pormenores del caso, pero no obtiene en un primer momento nada que le ayude en su investigación.
Por la noche, en un club erótico, un show de sexo en vivo es presenciado por una treintañera en celo que se masturba, y un hercúleo y patibulario personaje al que le faltan tres dedos en una mano. Tras el espectáculo, la actriz de la performance es agredida en su camerino durante un inquietante apagón por el donaldiano psicópata, que mediante una botella rota le destroza la vagina y termina provocándole la muerte debido a los profundos cortes. (Por escenas como ésta, mostradas explícitamente y con toda su crudeza, la película fué proscrita y prohibida en varios países, entrando a formar parte de listas negras y siendo carne de cañón de la mutiladora censura.)
A la mañana siguiente, Williams, aún en la cama, recibe una llamada de teléfono en casa de la jovencita prostituta Kitty, con quien ha pasado la noche. Se trata del hombre-pato, ufanamente anunciando su último asesinato.
Por su parte, la madurita ninfómana espectadora del show erótico, acude a los barrios bajos en busca de experiencias fuertes. Entra en bar de mala muerte donde es seducida y humillada por dos puertorriqueños en una secuencia insólitamente perturbadora: uno de ellos la masturba con el pie por debajo de la mesa. Nos queda claro que la vida sexual de esa mujer, casada para más señas, no es precisamente satisfactoria. La árdua búsqueda en pos de saciar sus recónditas pulsiones la lleva a contactar, casualmente, con el inquietante coloso de dedos amputados que se encontraba con ella visionando el show.
Mientras tanto, una chica llamada Fay es perseguida en el metro por éste mismo individuo en una escena tan magnífica como claustrofóbica, hasta lograr refugiarse en un cine, donde alguien que habla como un pato le corta la garganta. Pese a ello, Fay logra sobrevivir y se recupera en el hospital de sus heridas. Declara al comisario la persecución de la que fue víctima en el metro a manos del hombre sin los tres dedos, y la policía informa vía radiofónica de que un individuo de tales características es el sospechoso de las sangrientas muertes. En el momento de escuchar esa información en la radio, la mujer espectadora del show erótico está atada en la cama de un hotel junto al durmiente sospechoso (identificado como un inmigrante griego), tras una noche (suponemos) de juegos bondage-SM. Aterrorizada, logra desatarse en una secuencia que rebosa enorme tensión, tras lo cual se viste e intenta escapar por el pasillo, para ser interceptada por el “psicó-pato” que ferozmente la apuñala sin piedad.

Una de las víctimas, a punto de ser torturada con una hoja de afeitar

Algún asesinato más salpicará la pantalla de hemoglobina y casquería hasta que el teniente Williams logre desenmascar al auténtico criminal, en un final sorprendente donde se explica el motivo que lleva al sanguinario asesino serial a expresarse con la voz del entrañable personaje de Disney. Por cierto, no olvidemos que el Pato Donald ya juega un papel importante en otra película de Fulci: la por mí ya comentada “Non si sevizia un paperino” (a.k.a. “Don´t torture the duckling” a.k.a. “Angustia de silencio”). Por lo tanto es posible establecer un paralelismo autorreferencial entre ambas películas (que están, vale la pena mencionarlo, entre las cinco mejores de toda su filmografía.)

Muchos aficionados al género thriller (y a su versión italiana, el giallo) pueden repudiar “Lo Squartatore di New York” por su extrema violencia, su sadismo sin concesiones, y su supina crueldad gráfica. Pero tengamos en cuenta que Lucio Fulci es el Padrino del Gore, y en éste film hace honor a su alias con creces. Sin duda alguna, estamos ante uno de sus mejores trabajos.

FHP, 2008

‘Lo Squartatore Di New York’  (1982) , aka “The New York Ripper”- Una de las obras más sangrientas de Lucio Fulci

Film completo en italiano

SUSPIRIA – Dario Argento, 1977

Dario Argento (* 1940)

Qué decir de Dario Argento, el Hitchcock italiano, el Poe audiovisual. Indiscutible maestro de lo macabro, autor de bellísimas y tenebrosas obras de arte cinematográficas en el pasado, y caído lamentablemente en decadencia. En los últimos años de su carrera ha decepcionado a la mayoría de sus fans, dirigiendo films mediocres y carentes de interés, lo que nos lleva a intuir que la genialidad demostrada en los setenta y ochenta no volverá a repetirse. He visto todas sus películas a excepción de “Il Cartaio” (que obtuvo pésimas críticas) y el mediometraje “Jenifer”. Tras haber revisado la casi totalidad de su filmografía no puedo más que constatar la opinión general, y de su último periodo solo salvaría de la quema a las más arriba comentadas “Non ho sonno” y “La Sindrome di Stendhal”.

“Suspiria” es junto a “Profondo Rosso” (a.k.a. “Deep Red”) la más conocida de sus producciones, y forma parte de la llamada “Trilogía de las Tres Madres”, con la brujería como temática, junto a “Inferno” y la reciente “Mater Lacrimarum” (a.k.a. “Mother of Tears”).

La bailarina neoyorkina Suzy Bannion llega a la Selva Negra para entrar a formar parte de una academia de ballet en Friburgo. Las primeras secuencias son solo un anticipo del apabullante poderío visual que está por ofrecernos el film: Suzy saliendo del aeropuerto, en medio de la nocturna tormenta, entrando en el taxi, desde el cual se ven los densos y tenebrosos bosques; al mismo tiempo que se escuchan los acordes de la portentosa banda sonora compuesta por los Goblin. Cuando la jóven está por entrar a la escuela de baile ve a una chica escapando del edificio. Suzy no puede acceder al interior, pues cuando toca el timbre no le abren y una voz le dice que se aleje. Mientras tanto, la chica que apresuradamente abandonó el recinto (llamada Pat), se dirige a casa de una amiga, a quien en estado de notable nerviosismo pide hospedaje para la noche sin revelar el motivo de su huída ni la identidad de su perseguidor. Una vez sola en la habitación que le ha sido asignada, Pat se asoma a la ventana, temerosa de una presencia que percibe en la estancia, y observa con espanto el brillo de dos siniestros ojos gatunos al otro lado del cristal. Un peludo brazo emerge rompiendo el vídrio y, tomando a la chica de los pelos, le hace atravesar la ventana con la cabeza, de manera que puede asomarse al exterior sin necesidad de abrirla. A continuación, la para nosotros invisible amenaza homicida, apuñala repetidas veces a Pat con la característica elegancia de la estilizada violencia marca Argento. Ésto sucede sobre una cúpula de cristal de llamativos colores. La virulencia del sádico acto es tal, que la cabeza de la muchacha rompe el vídrio y sobresale de forma que puede ser vista por su amiga; que se encuentra en el piso de abajo. El asesino ata una soga al cuello de su víctima, tras lo cual la cúpula se hace añicos y el cadáver ahorcado cae al vacío para quedar colgando sangriento. Trozos de cristales y barras de metal han ido a clavarse en el cuerpo de su amiga, dueña de la casa, que asimismo perece.

A la mañana siguiente, mientras la noticia del crimen se va extendiendo, Suzy vuelve a la academia, donde es aceptada y procede a matricularse. Varios policías se encuentran en el lugar para intentar esclarecer el trágico suceso. La neoyorkina conoce a la severa instructora de baile, Miss Tanner (Alida Valli), y a la directora Madame Blanc. Ambas irradian siniestra frialdad y demuestran una rigurosa devoción por la disciplina. Suzy trabará amistad con Sara, su compañera de habitación, que parece ser la única de la escuela que se llevaba bien con la malograda Pat.

Por la academia pululan excéntricos personajes, como el pianista ciego Daniel, siempre acompañado por su perro lazarillo; obesas y patibularias cocineras de países del este, casi siempre silenciosas; un estrafalario y deforme criado mudo rumano, y el sobrino la directora, inquietante niño vestido como en el siglo XVIII.
Un día, mientras los alumnos realizan sus rutinarios ejercicios de baile, Miss Tanner irrumpe en la sala, roja de ira, interrumpiendo las prácticas. Se dirige en tono feroz al ciego pianista, acusándole de que su perro ha mordido al sobrino de la directora. Daniel reacciona incrédulo, y tras un intercambio de improperios es despedido.
Esa noche, el invidente y su leal can caminan por las desiertas calles de Friburgo, hasta llegar a una plaza donde una intangible presencia, algo maligno en el ambiente, despierta los instintos perrunos del lazarillo empujándole a ladrar impetuosamente. Daniel, alterado, no entiende la razón de tal comportamiento. La tensión es agobiante. En un momento dado, por sorpresa y a traición, el perro embiste a su amo y le muerde el cuello con la voracidad de un lobo enloquecido. Sus afilados colmillos le atraviesan la yugular, y Daniel se desangra mientras el animal masca sus carnes con fruición.
Ésta nueva tragedia conmociona a la escuela de ballet, y Sara, la única de las compañeras con las que Suzy ha hecho cierta amistad, se muestra convencida de que algo más tétrico y oscuro se esconde tras esas muertes. Sara revela a la nueva alumna lo que había descubierto Pat, sus sospechas acerca de que el personal del centro forma parte en realidad de un culto de magia negra en torno a la figura de Mater Suspiriorum, legendaria bruja supuesta fundadora de la academia.
Suzy y Sara se disponen a investigar más profundamente los perturbadores indicios, pero el siniestro elenco escolástico sospecha de sus intenciones…

El éxito de Dario Argento con “Suspiria” fué arrollador. Es la primera de sus películas con trama sobrenatural (hasta la fecha solo había dirigido giallos, suspense a la italiana), y tambien la mejor del género entre su repertorio. A ello contribuyen una fabulosa fotografía, que enfatiza los tonos cromáticos primarios y dota a la cinta de un colorido hipnótico; y obviamente la música de los Goblin, que compusieron una de las mejores bandas sonoras de su carrera (que ya es decir). Las partituras de “Suspiria” fueron supervisadas directamente por el propio Argento. El tema principal está ejecutado con una mandolina griega y los momentos más tensos son acompañados por la rítmica percusión de tambores africanos. Tambien hay insertos de inquietantes susurros y fantasmales voces, lo que confiere a la partitura un atractivo carácter netamente experimental.

Un defecto que debo no obstante resaltar es el falso aspecto de la sangre, que no parece tal sino más bien pintura roja. Podrían haber utilizado sangre real de animales, o en su defecto algún líquido que otorgase mayor credibilidad a las escenas splatter.
Aún así, no cabe duda de que “Suspiria” es una pulida joya del cine de terror europeo, pocas veces el confluir de imagen y sonido logra dar tanto de sí.  De visionado obligatorio no solo para los aficionados al suspense sino para todo aquel que esté dispuesto a sumergirse en la deliciosa exquisitez visual de la macabra magia del maestro Argento.

FHP,2008

Luca il Contrabbandiere (1980) – Lucio Fulci

Brutalidad sin remilgos

Curioso híbrido polizzesco-splatter a cargo del maestro de la casquería por antonomasia. Está considerada como una de las películas más violentas del género gangsteril italiano, debido a las escenas gore tan características del cine de Fulci.
Cuenta la historia de Luca Ajello, un contrabandista de tabaco que opera en el golfo de Nápoles junto a su hermano Micky. Al principio del film se encuentran en un barco para recibir un cargamento, pero son sorprendidos por una redada policial. Logran huir en lanchas motorizadas, y sospechan que un gangster rival llamado Sciorino ha dado el aviso a las autoridades para desembarazarse de ellos.
Algún tiempo despues, en una carretera por las montañas, sufren una emboscada por parte de unos falsos policías, que les obligan a frenar y abren fuego contra el coche. Micky había salido del automóvil y fenece víctima de la plúmbea y horizontal lluvia de balas, cayendo seguidamente su cadáver por el escarpado acantilado junto a la carretera por la cual circulaban. Luca, en cambio, había logrado refugiarse y salva la vida.
Tras el trágico incidente, el contrabandista se encuentra con Perlante, un integrante de la Camorra socio suyo y de su difunto hermano, quien le propone abandonar la ciudad, pues parece estar en ciernes una guerra de bandas. Luca se niega, pues quiere vengarse, y le confiesa a Perlante que sospecha de Sciorino, su más recalcitrante rival. Poco despues, allana la villa de éste, y se dispone a ajustar cuentas con él, pero es desarmado y reducido por uno de sus guardaespaldas. Sciorino le asegura que no tiene nada que ver con la muerte de Micky, y le deja marchar perdonándole la vida, no sin antes haberle propinado una monumental paliza como escarmiento.
Luca continúa sus pesquisas en el mundo del hampa y descubre tras un soplo que quien ordenó el asesinato de su hermano fué un traficante de drogas conocido como “Il Marsigliese”. Las drogas ilegales eran en este momento un negocio floreciente en Nápoles, que estaba comenzando a desplazar al contrabando de tabaco y otros negocios tradicionales del ámbito camorrístico. Luca y Micky, como los viejos capos, se habían negado a entrar en asuntos de narcotráfico y por ese motivo los nuevos exponentes del crimen organizado, ávidos de dinero y carentes de escrúpulos, los consideraban un estorbo y querían liquidarlos.
La crueldad de este Marsellés queda demostrada cuando tortura a una chica, que trabaja para él como correo de drogas, quemándole la cara con un lanzallamas, porque según él, había intentado engañarle en una de las transacciones. “Il Marsigliese” ordena asimismo la ejecución de todos los jefes de la Camorra que se oponían a su liderazgo. Entre ellos, supuestamente, tambien se encuentra Perlante. Una bomba es colocada en su habitación, y activada cuando entra en la estancia su lugarteniente, muere éste en su lugar.
Perlante se ofrece de mediador entre el Marsellés y los contrabandistas locales, para intentar llegar a un acuerdo, pero Luca rechaza la propuesta y decide aliarse con su antiguo rival Sciorino para pararles los pies a los traficantes de droga. Luca y Sciorino acuden a casa de Perlante para discutir sobre la situación, pero una vez allí se percatan de que se trata de una trampa: Perlante colabora con “Il Marsigliese”, sicarios de éste acechan parapetados en su villa. La bomba colocada en su habitación era parte de una táctica para alejar las sospechas de él, su lugarteniente había sido sacrificado deliberadamente. Luca consigue huir pero Sciorino es acribillado. Pese a ello, antes de morir, aún alcanza a disparar a Perlante, cuyo cuello es reventado por la descarga.
El Marsellés secuestra a la mujer de Luca para chantajearlo. Esto levanta las iras de los viejos jefes de la Camorra retirados, quienes deciden volver a tomar las armas y ayudar a Luca para aniquilar la organización del traficante.
“Il Marsigliese” ordena a uno de sus hombres que viole a la mujer sodomizándola, y acto seguido llama a Luca para que escuche, a través del teléfono, los gemidos y alaridos de su esposa.
Finalmente, gracias a la colaboración de los viejos capos locales (el propio Fulci hace un cameo como uno de ellos), Luca logra cercar al Marsellés y a sus esbirros en una solitaria plaza de Nápoles, donde se produce un tiroteo que suprime a la banda foránea. El líder, no obstante, logra escapar. Luca lo persigue por las callejuelas y cuando el pérfido Marsellés se encuentra acorralado, consuma su venganza disparándole. El villano cae muerto sobre un montón de basura.

Cameo de Fulci como sicario

A modo de anécdota; en la película participó como actor secundario un hijo del boss siciliano Michele Greco, uno de los jefes de la Mafia más importantes de los años ochenta.

El film no se encuentra a la altura de “Milano Calibro 9” o “Il Boss” (ambos de Fernando Di Leo), y que para mí son hasta ahora los mejores ejemplos del cine gangsteril italiano; pero aún así vale la pena ver esta contribución fulciana al género.
Con una mejor banda sonora la película ganaría muchos puntos.

FHP, 2008

Luca il Contrabbandiere (1980), aka Contraband

Film de Lucio Fulci

Tenebre (1982) de Dario Argento. Film online en italiano

Inferno (1980) de Dario Argento. Versión íntegra en italiano